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viernes, 16 de noviembre de 2012

El Panteón de Hombres Ilustres

Uno de los innumerables y poco conocidos monumentos con los que cuenta Madrid es el Panteón de Hombres ilustres. Este Panteón esta situado en el claustro de la actual basílica de Atocha. Aprovechando los enterramientos ya existentes del anterior proyecto del Panteón en la antigua basílica; (reconvertida en Cuartel de los inválidos en 1834, en que varios de sus insignes directores fueron enterrados allí, entre ellos José de Palafox y Melci, Francisco Javier Castaños, Manuel Gutiérrez de la Concha y Juan Prim, además del político Antonio de los Ríos Rosas); la Regente Doña Cristina retomó el proyecto de tener anexo a la nueva basílica en construcción un Panteón que diera acogida a estos restos. Se convocó un concurso público en 1888 y en 1890 fue elegido el proyecto del arquitecto Fernando Arbós y Tremanti. El conjunto, de estilo neobizantino, incluía un campanil italiano, que albergó un reloj de cuatro esferas y tres campanas, y el panteón, que tenía carácter de claustro de la basílica y se inspiraba en el camposanto del Campo dei Miracoli de la ciudad italiana de Pisa. En 1891 se empezó a construir el proyecto, pero debido al alto coste del mismo, las obras se dieron por concluidas en 1899, con sólo el panteón y el campanil construidos. 



Cúpula y Campanil del Panteón


Estructura del Panteón
El claustro-panteón es de planta cuadrada, con tres galerías con arcadas y vidrieras y dos cúpulas semiesféricas en las esquinas. Sobre la puerta de entrada hay un frontón. En el interior hay un pequeño jardín donde se ubica el mausoleo conjunto. Cada una de las galerías tiene una puerta central por la que se puede acceder al jardín. Todo el conjunto está rodeado por una verja de hierro.
En 1901 se trasladaron a él los restos de Palafox, Castaños, Concha, Prim y Ríos Rosas. En años posteriores recibieron sepultura en el nuevo emplazamiento los restos de los políticos Francisco Martínez de la Rosa, Diego Muñoz-Torrero, Juan Álvarez Mendizábal, José María Calatrava, Salustiano Olózaga, Agustín Argüelles, Antonio Cánovas del Castillo, Práxedes Mateo Sagasta, Eduardo Dato y José Canalejas. Los restos de Palafox, Castaños, Concha y Prim fueron reclamados con posterioridad por sus respectivas localidades y fueron trasladados a las mismas, por lo que en la actualidad ya no se encuentran en el Panteón.



Claustro del Panteón


Evolución del Panteón
En 1924, omitiendo el proyecto original de Arbós, se comenzó la construcción de la nueva iglesia de la orden de  los dominicos, para lo cual el rey Alfonso XIII cedió los terrenos necesarios y encomendó a esta  comunidad el cuidado del campanil y del panteón, hoy en día pertenecientes a Patrimonio Nacional. Entre los años treinta y finales de los ochenta, el panteón estuvo en  práctico estado de abandono. En 1970, en el terreno que quedaba libre entre ambos elementos, se construyó el colegio Nuestra Señora de Atocha, dejando aislado el campanil, que ya no es accesible. A finales de los ochenta, Patrimonio Nacional procedió a la restauración y apertura al público del panteón, y en 2003 se restauraron los mosaicos interiores.


Principales monumentos funerarios con los que cuenta el Panteón
Dentro del Panteón encontramos un conjunto de monumentos correspondientes a los principales personajes políticos de la España de finales del XIX y principios del XX. Destacan por su belleza y suntuosidad ya que fueron realizadas con los mejores materiales y por los mejores escultores de la época como Mariano Benlliure, Agustín Querol, Arturo Mélida y Pedro Estani.


El Mausoleo Conjunto
En el claustro se localiza el Mausoleo Conjunto (1857, trasladado al jardín del panteón en 1912), de Federico Aparici, Ponciano Ponzano y Sabino Medina. Denominado Monumento a la Libertad, está formado por un cuerpo cilíndrico cubierto por un tejado cónico, rematado por una alegoría de la Libertad esculpida por Ponzano, un Panteón anexo que cuenta con las Tres estatuas de Medina, representando la Pureza, el Gobierno y la Reforma, se apoyan sobre los sarcófagos de Mendizábal, Argüelles y Calatrava.



El Mausoleo Conjunto



para cuyos restos estaba destinado el monumento, aunque luego acogió también los de Muñoz Torrero, Martínez de la Rosa y Olózaga. Fue inaugurado, por suscripción popular, el 20 de febrero de 1857 en el desaparecido cementerio de San Nicolás y trasladado al panteón en 1912.



Monumentos funerarios del interior del Panteón



José Canalejas
José Canalejas, obra de Mariano Benlliure. Sobre una base de mármol blanco, dos hombres y una mujer, esculpidos en el mismo material, trasladan el cuerpo del político asesinado hacia su sepulcro, de manera similar a como en algunas obras se representa el traslado de Cristo, cuya figura aparece con los brazos abiertos recibiendo el cadáver. En la parte trasera, bajo una cruz, dos guirnaldas con hojas de laurel y encina, símbolo de la inmortalidad.




Monumento funerario de José Canalejas




Manuel Gutiérrez de la Concha, marqués del Duero
Manuel Gutiérrez de la Concha, marqués del Duero, de Arturo Mélida y Alinari y Elías Martín. El sepulcro, mural, semeja un retablo, con un arco bajo el cual aparece Marte, el dios de la guerra, que, con casco y actitud meditabunda, sostiene un clípeo o medallón con el busto en relieve de Gutiérrez de la Concha; el arcosolio inferior aparece velado o protegido por un león, símbolo de la inmortalidad. El sepulcro es obra de Mélida y la estatua del dios de Martín. Originalmente ubicado en la antigua basílica, fue trasladado al panteón en 1902.




Monumento funerario del Marqués del Duero



Antonio de los Ríos Rosas
Antonio de los Ríos Rosas, obra de Pedro Estany. Otro sepulcro mural, tipo retablo. Sobre una base de mármol, el sarcófago en bronce del difunto, a cuya efigie, esculpida algo más arriba, un genio alado ofrece una rama de laurel. Una mujer llora abrazada al féretro.




Sagasta
Práxedes Mateo Sagasta, de Mariano Benlliure. Realizado en mármol, el cuerpo yaciente del político, con el toisón de oro, tiene en su cabecera a la Historia, representada por una joven que cierra un libro. A los pies un obrero, símbolo del pueblo, descansa apoyado sobre los Evangelios, como símbolo de la verdad. Lleva en la mano derecha una espada con la Justicia esculpida en la empuñadura y una rama de olivo, símbolo de la paz, sobre la hoja.




Monumento funerario de Sagasta




Eduardo Dato
Eduardo Dato, de Mariano Benlliure, en mármol y bronce. Una mujer de luto alza una cruz sobre la efigie yaciente del político, mientras a los pies de éste dos amorcillos flanquean el escudo de España.



Cánovas del Castillo
Antonio Cánovas del Castillo, de Agustín Querol. También es de tipo retablo y todo de mármol blanco. Cánovas reposa sobre un sarcófago en cuyo frente aparecen una joven abrazada y seis virtudes: Templanza, Sabiduría, Justicia, Elocuencia, Prudencia y Constancia. Sobre el fondo están representados Cristo resucitado y la Patria, la Historia y el Arte lloran la muerte del político. Mide 8 m de ancho, 7 de alto y 2'78 de fondo.





Monumento funerario de Cánovas del Castillo



Ubicación
Pertenece al distrito de Retiro dentro del barrio de Pacífico.
Al Panteón se accede por la calle de Julián Gayarre, 3 (esquina al paseo de la Reina Cristina, 4).    Horarios:
Martes y Sábado de 10:00 a14.00 y de 16:00 a 18:30
Domingos y festivos de 10:00 a 15:00*

ENTRADA LIBRE.
* Consultar página de Patrimonio Nacional para ver los festivos abiertos.






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